Porque no todo es Times New Roman, Arial o Comic Sans.Igual que hay gente que colecciona sellos, cromos o monedas... llega una época a todo buen diseñador en que le da por coleccionar todos los tipos de letra que pasan por sus manos. Es parte del aprendizaje con que la naturaleza, que es muy sabia, despierta la curiosidad de aquellos que se dedican al diseño para ayudar en su formación y destreza en el manejo de las fuentes.
Poco a poco, uno va reuniendo cientos, miles de tipografías que empieza a guardar en CDs e imprimir en eternos listados. Al principio las cataloga por el origen, luego más sabiamente por familias, después ordenándolas por el uso, para acabar agrupándolas por clientes y proyectos.
Hay cientos de CDs
recopilatorios de "
las mejores 10.000 fuentes", miles de
webs con listas interminables de TTF para descargar.
Es curioso pero son muchos los que tendrán instalados 300 tipos de letra de la A a la C y apenas 15 del resto hasta la Z, no es que no hayan, es que se cansaron de descargar al tercer directorio.
Pero cuando ya has tropezado con todas, te das cuenta que el 30% son versiones tan parecidas que si no es por el copyright dirías que son las mismas. Incluso los nombres son sospechosamente parecidos. Por ejemplo: (
Mistral vs
Mystical), o (Futura vs Fujiyama) y así cientos de ejemplos.
También descubres que un 60% son tan específicas (por no poner otro adjetivo) que únicamente si buscas algo muy concreto (y que coincida con el uso que pensó su creador) pueden servirte.
Y finalmente te encuentras con ese 10% restante, que puedes descargarte del FTP de cualquier imprenta, con las
familias más comunes en todo estudio de diseño y que se usan como fondo de armario.
Conocer estas familias, apoyarse en la tipografía de moda, las del cliente y alguna que otra de las gratuitas sirven para llevar adelante el día a día de cualquier diseñador.
:)